República Dominicana.- La violencia que reina en el país se percibe a través de los medios de comunicación, especialmente en la televisión y prensa escrita. La vulgaridad, la insolencia y el irrespeto es parte de la práctica cotidiana de muchos comunicadores. Están de moda los programas sensacionalistas que se dedican a graficar cada día las escenas violentas del país, lo que contribuye a que la gente sea más insensible ante las desgracias ajenas. Muchos medios ceden sus espacios para generar más morbo en vez de utilizarlos para ofrecer algún conocimiento que ayude al desarrollo personal e intelectual de los dominicanos. Lo lamentable es que aunque existen leyes que castigan a todo aquel que emita juicios que atenten contra la dignidad y la moral de las personas, mediante escritos y audiovisuales, quienes cometen este tipo de faltas, argumentan que en nuestro país la constitución establece la libertad de expresión como derecho ciudadano.
Ante el reincidente ejercicio irresponsable de muchos seudos periodistas y comunicadores, y la falta de monitoreo y sanciones drásticas para resolver el problema, debemos asumir una actitud crítica ante lo que nos ofrecen los medios de comunicación. Debemos ser muy selectivos a la hora de elegir qué ver, escuchar o leer.
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